La preocupación de las instituciones europeas acerca de la protección de la privacidad de los usuarios nos está dejando más y más normativas nuevas vinculadas a ello. Algunas de ellas, como el RGPD, han supuesto toda una tormenta en el panorama mercantil europeo, forzando a las empresas a adaptarse velozmente ante la amenaza de enormes sanciones económicas. Pero el RGPD no es la única. Hay otra normativa que está generando todavía más polémica en el viejo continente: la Directiva Eprivacy. Te contamos todo acerca de ella.
Normativa del eprivacy
La directiva eprivacy, también conocida como Reglamento Eprivacy, es una futura directiva europea todavía en fase de aprobación. En realidad, la directiva lleva tres años atascada en dicha fase. En concreto, desde que en enero de 2017 se presentara aquel primer borrador fallido ante la Comisión Europea. Los siguientes no tuvieron mucho éxito: también fueron rechazados. El último, presentado el 22 de noviembre de 2019 ante el Comité de Representantes Permanentes de los Gobiernos de los Estados Miembros. El octavo borrador que no sale adelante. ¿Por qué?
Las razones son complejas. Pero podríamos resumirlo en la siguiente frase: el Reglamento Eprivacy tiene la intención de alterar las reglas del juego digital. En otras palabras: su aprobación, tal y como ha venido presentándose en estos ocho borradores, supondría un gran cambio en la relación entre los servicios digitales y la privacidad de los usuarios que los utilizan. Hasta tal punto que muchos de estos servicios podrían ponerse en peligro, pues dependen de los datos personales.
¿Ejemplos? Servicios como Facebook, Netflix o Whatsapp. Después de todo, estos servicios funcionan sobre una base por todos conocida: recopilan una cantidad masiva de datos personales y datos de comportamiento de sus usuarios para predecir sus conductas, así como para ofrecer productos y servicios personalizados. Con Eprivacy este manejo de los metadatos sería imposible. Eso implica que muchos de estos servicios tendrían que cambiar por completo su modelo de funcionamiento o dejar de actuar en territorio de la Unión Europea.
Pero no solo eso. La Directiva E privacy también pretende alterar uno de los pilares del internet actual como es el funcionamiento de las cookies. Así, Eprivacy establecería que los usuarios no se vieran afectados en su uso de internet en caso de rechazar la política de cookies de las páginas web. Esto modificaría por completo muchos de los negocios que existen actualmente en internet y que se alimentan directa o indirectamente del conocimiento del comportamiento de los usuarios a la hora de navegar.
Además, el Reglamento Eprivacy pretende establecer controles en los metadatos. Como ya explicamos aquí en otro artículo, los metadatos son datos sobre los datos que nos aportan información adicional acerca de quienes comunicaron, cuando se comunicó y dónde se comunicó determinada información digital. En ese sentido, y como ya hemos visto aquí, el empleo de un software de tratamiento de metadatos como MetaClean es indispensable. Tanto si se aprueba Eprivacy como si no. Es una manera de proteger la información confidencial.
¿Dónde se aplicará la directiva e privacy?
Como cualquier otra directiva formulada por las instituciones de la Unión Europea, la directa Eprivacy tendrá efecto en todo el territorio de los estados miembros. Eso significa que su aprobación, de aprobarse de una forma similar a como ha sido planteada hasta ahora, supondría un auténtico terremoto tanto para los ciudadanos de la Unión Europea como para cientos de empresas internacionales. Incluidos los gigantes de los servicios en la red. Solo el futuro dirá si Eprivacy se hace realidad.